A veces no es muy adecuado decir todo aquello que a uno se le antoje. A veces no es adecuado presumir de sinceridad, ya que ésta al 100% no es ineludible ni adecuada. A veces tampoco es bueno ser diferente en la televisión ya que las audiencias juegan un papel importante...
Aunque todo lo que acabo de decir os sonará a risa si os digo que estoy tratando de describir “Sálvame”. Sí, ese programa en el cual da la sensación de que no trabajan, sino más bien hacen “vida diaria”: comen, discuten, hacen las paces, se van al baño, gritan, gritan, gritan…
Aun así, tengo que defender el formato a ultranza y a su presentador, aunque suene raro.
Empezaron opinando sobre el reality “Supervivientes” sin mucho que rascar, la audiencia caía en picado y el programa necesitaba un cambio. Así que pasaron a hablar de corazón, que es realmente lo que interesa a este país y han acabado haciendo de todo menos opinando. La sencillez ha triunfado en la televisión, al igual que la improvisación y los no-guiones del programa gracias a un Jorge Javier Vázquez que está “sembrao” en el programa. En definitiva, han conseguido que Sálvame sea un éxito.
Sus detractores apuestan por todo lo contrario: la poca educación, el escaso periodismo y la falta de sensatez, unido a Belén Esteban que a veces se hace un poco pesada… Y es cierto, este programa es de todo menos de calidad, pero ellos lo saben y apuestan por la “chabacanería”, y la diversión con un presentador que siempre tiene la frase adecuada en cada momento para arrancarnos una carcajada.
Jorge Javier Vázquez acabó de mala manera en su anterior programa “Aquí hay tomate”, y dio mala imagen en según qué temas. Aun así ha sabido levantarse con este exitoso programa y es más Jorge que nunca, aunque a muchos no les guste… Como diría alguien muy famoso que no recuerdo: “Que hablen de mí, aunque sea mal…”.
Creado por Zayda Sánchez.
Género: editorial.
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