Las cadenas de televisión estrenan programas, series y concursos que esperan que sean auténticos bombazos de la temporada. Para ayudar a conseguir esta meta, gastan el dinero en millonarias campañas publicitarias en prensa y en Internet, además de la pertinente autopromoción, para acercar al telespectador ese nuevo espacio con el que buscan resaltar respecto a la competencia.
Este esquema es el que presentó Cuatro con la serie de culto Perdidos, Lost, de la cadena ABC. Tras anunciar que emitiría en abierto los derechos de emisión de la serie en la que un avión se estrella en una isla y los supervivientes del accidente descubren que no están solos en ese paraje, no ha sido una, ni dos, ni tres las campañas publicitarias que la cadena de Sogecable, ahora en trámites para fusionarse con Telecinco, ha llevado a cabo para relanzar a la serie porque la audiencia iba dando de lado poco a poco a cada capítulo. Desde su estreno en abierto, los cambios de horarios y de días han sido latentes, y el último en llegar ha tenido lugar a comienzos de abril cuando se ha decidido trasladar la serie a otra franja. Visto la posición que está tomando Cuatro, la estrategia seguida recuerda mucho a la que utilizó Televisión Española con Mujeres Desesperadas.
La apuesta por comprar derechos de emisión de determinadas series tienen que estudiarse a la perfección, y más cuando el pago de las mismas se dispara hasta los varios millones de euros –por ejemplo, se habla que La Sexta ha tenido que desembolsar más de 20 millones de euros para retransmitir las carreras de la Fórmula 1 hasta el 2013-. Con el cambio de programación -que apenas se avisa con la antelación suficiente a la audiencia-, se fomenta que, ante el descontrol y el mareo de los espectadores, éstos busquen otras vías para ver las series que les gusta , como portales como Series Yonkis o descargas P2P, como Ares o Emule. Una tendencia cada vez más habitual y contra la que hay que luchar si se quiere fomentar los derechos de propiedad intelectual.
Elaborado por: Carlos García-Alcañiz
Categoría de tema: EDITORIAL
Este esquema es el que presentó Cuatro con la serie de culto Perdidos, Lost, de la cadena ABC. Tras anunciar que emitiría en abierto los derechos de emisión de la serie en la que un avión se estrella en una isla y los supervivientes del accidente descubren que no están solos en ese paraje, no ha sido una, ni dos, ni tres las campañas publicitarias que la cadena de Sogecable, ahora en trámites para fusionarse con Telecinco, ha llevado a cabo para relanzar a la serie porque la audiencia iba dando de lado poco a poco a cada capítulo. Desde su estreno en abierto, los cambios de horarios y de días han sido latentes, y el último en llegar ha tenido lugar a comienzos de abril cuando se ha decidido trasladar la serie a otra franja. Visto la posición que está tomando Cuatro, la estrategia seguida recuerda mucho a la que utilizó Televisión Española con Mujeres Desesperadas.
La apuesta por comprar derechos de emisión de determinadas series tienen que estudiarse a la perfección, y más cuando el pago de las mismas se dispara hasta los varios millones de euros –por ejemplo, se habla que La Sexta ha tenido que desembolsar más de 20 millones de euros para retransmitir las carreras de la Fórmula 1 hasta el 2013-. Con el cambio de programación -que apenas se avisa con la antelación suficiente a la audiencia-, se fomenta que, ante el descontrol y el mareo de los espectadores, éstos busquen otras vías para ver las series que les gusta , como portales como Series Yonkis o descargas P2P, como Ares o Emule. Una tendencia cada vez más habitual y contra la que hay que luchar si se quiere fomentar los derechos de propiedad intelectual.
Elaborado por: Carlos García-Alcañiz
Categoría de tema: EDITORIAL
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